Por Miguel Luna
La mañana de este sábado todos nos encontramos con un reporte de la agencia AP, que, citando fuentes gubernamentales estadounidenses, confirmaba la captura en las primeras horas de ese día de Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera en la ciudad de Mazatlán. En esta entrada no buscamos informar sobre el operativo que tuvo como resultado su captura, sino analizar el comportamento de los medios de comunicación de México y Estados Unidos ante esta noticia.
Primero, la nota se rompe en Estados Unidos, no en México. La noticia se confirma primero por AP, CNN, NBC y Joaquín López-Dóriga en individual, no representando a Televisa. Esto habla de todos los medios nacionales que pecaron excediendo en la cautela de sus coberturas, cabe señalar eran las 10:20 de la mañana en sábado, esto orilló a que una periodista poco reconocida rompiera la noticia pasadas las 10:30 de la mañana en el Canal de las Estrellas (La cadena de televisión más importante de Latinoamérica) y que Mariano Riva Palacio hiciera lo propio en el trece. Ni Joaquín López-Dóriga ni Javier Alatorre.
Una noticia de este tamaño demanda estar listo para cualquier desarrollo, poder informar tan pronto se sepa sobre traslados, comunicados, reacciones y trabajo de fuentes que pueda realizarse y para esto hay que mantenerse al aire el tiempo que sea necesario. Cabe señalar que se intervinieron cortes comerciales, jamás la programación regular de XEW-TV y XHDF-TV se interrumpió, sino que continuó de manera normal hasta el mediodía cuando Joaquín y Javier asumieron el mando de las coberturas en las cadenas insignia de las dos casas televisoras.
México no es el país del Breaking News, en México se nos caen Secretarios de Gobernación, manifestantes destrozan el Centro Histórico o explotan torres gubernamentales y no se interrumpen transmisiones. Quienes dirigen los medios deben entender que ante la noticia, la televisión es un servicio, no un negocio. O en que cabeza cabe que la última vez que Televisa interrumpió transmisiones fue para informar, con Joaquín vestido de luto, sobre la muerte de Jenny Rivera en 2012 o que la noticia de la muerte de Hugo Chávez fue dada por Laura Bozzo, con aplauso incluido.
Las coberturas en televisión abierta se hicieron rápidas, sin esfuerzo, con un ancla hablando, sin especialistas ni entrevistas, sin la pasión por confirmar los pormenores antes que la competencia, esperando que la Secretaría de Gobernación les diera toda la información peladita y en la boca, con miedo de ir más allá. Caso contrario a Univisión, entraron sin cortes comerciales desde las 11:00 hora del Centro de México, con intervenciones en vivo y la retransmisión del especial "El Chapo: Eterno Fugitivo" realizado por el programa Aquí y Ahora, más la participación de periodistas especializados, enlaces a la Ciudad de México y entrevistas con ex miembros de la DEA.
La cuestión está en que Univisión es la filial estadounidense de Televisa. ¿Porque se hicieron tan bien las cosas de aquel lado y en nuestro país se hicieron las cosas tan planas? ¿Porque se insistió en seguir con programación A sobre una noticia AAA? ¿Porque seguimos empeñados en que las noticias sólo deben de darse a las 22:30? Lamentablemente la raíz del problema somos nosotros, no nos emociona la inmediatez del saber que pasa en el momento en el que sucede, no valoramos cuando nos informan oportunamente porque nos emociona más si Miguel Ángel ya se besó con Guadalupe en la novela de las ocho. Cuando nos convirtamos en espectadores apasionados, cuando tengamos el espectro de atención lo suficientemente desarrollado para seguir una noticia de manera consciente nos darán televisión realizada con ese mismo ímpetu, mientras, sólo saldrá Joaquín lo menos posible, para no molestarte y que sigas viendo Sabadazo.
@SoyMiguelLuna